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Julius Fatuo et Orbe



Hasta al aire
le pesa el día.

El viento remolca su cadencia,
anegando mudeces.

El cielo índigo,
se ha puesto un tul
pantalla total,
de esquina a esquina,
protección cincuenta,
vértice peligroso 
en la arista del orbe.

No cantan las chicharras,
volaron hace siglos, 
más al sur,
a labrantíos hercúleos de olivares.

Y una mirada inhóspita del sol,
que sangra hiriente y obnubilado
en su legajos,
nos basta para entender su enojo.


Rocío Biedma


                                
  Poema publicado en la Antología de las VIII Jornadas Pro Derechos                                             Humanos del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia.


      
Al Huesito de Cyrano

Yace entre poemas, hondos recuerdos,
un viejo blog y algunos libros.
Y tiene alma melosa
y envoltura de Rey.

Debajo del lacerante tiempo,
cautivo, 
como las perlas sumergidas en el océano,
jamás tuvo unas fauces hirientes,
nunca un renuncio por su sino,
ni tampoco practicó ser degollado.

Ninguna vez pregunta ni arremete;
comprende, si, custodia los secretos,
guarda el sigilo de una hermosa indiferencia.

Dulce ambrosía
centinela taciturno que sepulta
amorosamente,
los versos y estertores
que a Cyrano se le escapan entre sueños.

Sueña con libidinosas encrucijadas,
de audaz y valiente guerrero.
Brilla su uniforme de mármol azabache,
después de despojarse del sutil camuflaje
hidalgo empedernido, pero…

¿Dónde la espada?
¿Dónde la amorfa piel rugosa con olor a niñez?
¿Cuándo el momento de decapitarlo?
¿Dónde el mordisco vertical e intacto
que el amor y la razón de su dueño le han prodigado?

Lleva escrito un soneto
en su código de barras.
Y si aún vive,
es porque un Cyrano, poeta y caballero
permite, que lata por siempre
su corazón en la memoria.

Rocío Biedma


Dedicado a Segis, 
mi gran amigo, poeta y caballero,
y a ese “huesito” (ambrosía de chocolate con barquillo)
 que le regalé un día, allá por el año 2003
                  y que guarda de recuerdo todavía.   
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Loba

…-contéstale que sí –le dijo-
aunque te estés muriendo de miedo,
aunque después te arrepientas,
porque de todos modos
te vas  arrepentir toda la vida
si le contestas que no.

(El amor en los tiempos del cólera)
Gabriel García Márquez

Y qué pasa
si me acerco hasta tu piel
y como loba intento,
rozarte en paralelo,
arañarte sin excusas,
descubrirte quietamente,
contaminarme y olerte,
acechar tu plenitud,
reinventarme en tu costado,
sentirme viento y lluvia
y magma en las laderas.


Di, 
¿qué pasa?
si me adentro sigilosa en tu guarida
a protegerme en tus sueños de Demian.

Rocío Biedma

 Poema publicado en la Antología del 
XVI Encuentro de Poetas en Red (Valencia 2017)

ESCRITORES RECÓNDITOS: Rocío Biedma

ESCRITORES RECÓNDITOS: Rocío Biedma:   Rocío Biedma es poeta. Ha escrito mucho, desde niña. Ahora encontramos sus versos dispersos en numerosas publicaciones literarias ...



Desbrozando Memorias


“La soledad era de veras soledad”

(Manuel Porcel de Peralta)



Arde la tierra
cuando el sol se curva en su pelo azabache
y la memoria impone un silencio pactado
y cotidiano, con llagas y cicatrices.

La sed va incendiando el lenguaje del aire,
socavando el tiempo con sabor a sangre,
trenzando las horas geométricas
preñadas de promesas.

Danzan los ecos en el bosque
desoyendo costumbres,
atajando los lamentos de hojas, copihues y niños,
al son del viento que les calcina las manos,
salvando la estatura de los conquistadores.

La sombra de los caballos,
surge de entre el ímpetu revolucionario,
horadando las esquirlas,
estirando los hemisferios
en la orilla obsesiva del Maule.

Mientras, la sangre escribe
su historia de espinas en el testamento,
el verbo de escalar murallas,
la hostilidad racial por su destreza,
una cosmovisión, celada en los fondillos
de la chacana polvorienta,
con las espigas creciéndole entre los dedos.

Hijos de las latitudes embrujadas,
de niños oscuros con mirada brava
y pies descalzos.
Jóvenes fragmentados por el hambre,
de voz temprana y luz en la sonrisa.

Su pulso navega en rituales unísonos,
enmarañado a las raíces que trepan las arterias
por caminos de huidas; presagios
de contornos rencorosos
de estelas ardientes, que crepitan
en las alas de la libertad.

Tierra luminosa
hacedora de seres de ágil oratoria;
almas sin atrezo, temerosas del códice etéreo.
Araucanos del Valle Perdido,
hechizo de ancestros
de aguas de cristal y ánforas cautivas.

Llegaste aquí, por caminos ajados
desbrozando guerras congénitas.
Lo que hoy eres,
lo cantan las estrellas y el taguató,
con sueños de lawal,
y esculpida la memoria.


Rocío Biedma



Publicado en la antología poética digital que sobre el pueblo mapuche hizo La biblioteca de las grandes naciones, creada para apoyar las libertades de las personas y pueblos, además de tratar de preservar sus culturas y tradiciones; Año 2014.




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Méceme


(A la Casa de los Poetas de Soria)



Méceme árbol sitiado
entre versos, biblias y secretos.

Méceme y deja
que sienta este viento
libre y limpio,
donde antes nos legaron
la poesía tantos otros.

Méceme e inspírame
con tus frondosas sinalefas,
con esa sangre hirviente tuya,
con cada fruto
de gestas enamorado.

Méceme Soria
y mi corazón dirá tu nombre
en mi recuerdo.


Rocío Biedma


Publicado en la Revista literaria "Palabras Indiscretas"


Poesía
o miserias



Tal vez hay una necesidad imperiosa por eludir los problemas cotidianos de una forma trivial, distrayendo la mente con nimiedades. Cada uno elige cómo vivir y lo respeto.

Para mí siempre es tiempo de que la poesía sea un delicioso carruaje para que el despertar constante del yo íntimo y el proceso de vivir, formen un cosmos único donde entrar y acomodarse y acabar sucumbiendo en sus delirios.

Ya nos dijo Schopenhauer:
 “La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren”.

La Poesía es el arte de plasmar instantes a través del sentimiento con la palabra. Y un poeta es un ser que se colma de belleza, se nutre y crece con ella.
Aprender a escuchar con la voz del poeta, ser capaz de emocionarse en cada palabra, en cada imagen escrita, capaz de arrojar luz o tiniebla, de reflejar calor o frío, de hacer piruetas entre verbos asonantes, debería rozarnos la piel de la razón y  llenarnos de sensaciones por encima de  banales y maldicientes noticias sobre la vida íntima de muchas personas.


Rocío Biedma
Sudhir

(Que significa, prudente y perspicaz)


Sudhir
antes se acostaba en su pobreza de niño.
Ahora duerme, en la desheredada miseria.
Y los sueños se le quedan soterrados
en un herbario de encrucijadas de polvo,
en laberintos coagulados por el desvelo,
en los ripios que agonizan cada noche
en la curvatura del tiempo,
donde no se pueden medir,
ni el vértigo ni el miedo.

Sudhir
antes se levantaba en las mañanas azules de niño,
con la primera hora del hambre.
Ahora despierta trasnochado
y se abraza al sol herido,
con el silencio que muerde horizontes de ánimas.
Y esperan juntos la lluvia
que acalla las manos teñidas de los ángeles,
con el ansia de que brote la vida
con pálpitos de luz,
con hambre de justicia, y con versos
que suturen tanta y tanta herida.
                                         

                                       Rocío Biedma


Publicado en la Antología "NEcesarias PAlabras", coordinada por Asunción Mascab y Chelo de la Torre y editada por UNARIA para el proyecto Humanitario Creciendo en Nepal y presentado en Madrid en diciembre de 2015.


Mujer, preciosa palabra




Mujer,
preciosa palabra


Hoy es el día perfecto para que mi voz escrita sea un quejido alentador a cuantas mujeres viven todavía bajo el manto de silencios, culturas y actitudes equivocadas.
Y a tantas mujeres que hicieron y hacen germinar esa semilla sin límites de ejemplo. Mujeres que nos permiten avanzar con su grandeza, como  mi hija, como mis amigas con discapacidad, como todas aquellas de las que aprendo fuerza, dignidad e independencia.

El espíritu de la mujer se eleva hacia el sol cada mañana igual que un árbol, dilatando sus brazos para abrigar bajo ellos su universo y ciñe con ímpetu sus raíces a la tierra, para asegurarse contra vientos y derrotas y alimenta juiciosamente la sabia que da vida a sus ramas, para que dancen o den sombra si el sol acecha.

Lo dijo Clara Campoamor: “Que el silencio no absuelva las injusticias y que de ellas deduzcamos enseñanzas las mujeres, todo ello por un futuro mejor, más libre e igualitario”.

El mundo será nuevo cada día mientras cada paso recién nacido, crezca y conviva en el respeto sin cicatrices y la credulidad sin divisiones de cada persona, de cada mujer.


Rocío Biedma

Mis Poemas




Lista de Prioridades

…Yo, aquí me hallo, derrengada,
despojada de todo hálito…

(Santiago Pablo Romero)


Mañana,
un día de estos,
una mano que creí mía,
corregirá mi nombre
en el inventario de prioridades.

Después de tantas sonetos edificados,
de anhelarnos en los labios
con hendida imprudencia.
De sorbernos el almíbar
y mordernos la paciencia...
se ha de pensar
si quiere o no,
que esté presente en su poema.

Ha de medir
si va a formar la rima,
con las cenizas que arden
delante, de cada latido de mi pecho,
detrás, de cada una de mis sílabas.

Tal vez, jamás llegó mi nombre
hasta el primer verso,
y ahora,
el mañana de una vida,
sin ser  vida,
viene a quemarme tanta espera en su epitafio.

Ya entonces no seré nada,
-¿o nunca lo fui?-,
en su libro de  poesía.


                                                                                 Rocío Biedma



Réquiem roto para Armando


(A mi querido amigo Armando Marín,
que me falta)



Lamento el éxodo ahora incrustado
de tu palabra.

El tiempo ha venido a tejerte
en mi espacio ajeno
con los hilos del silencio,
que  palidece cuando creo escuchar
cada canción que compuso tu sonrisa
con rumor de mar.

Y me siento abandonada de nuevo
en este puerto enfurecido,
donde inquiero tus pedazos para construirme
otro océano de palabras invencibles
y ternuras nuevas,
ya sin ti.

Intento destrozar este adiós injusto,
veraz, impuntual  y desgarrado;
y la falta de tu aliento y de tu mano generosa
que voltea las horas colgadas del silencio
donde crepita la luz de tu memoria.

Amigo. Mi fiel Caballero.
Tu voz queda en mi corazón
que te susurra un Réquiem roto y azulado.

Pero tus ojos los hallaré algún día
esculpiendo sonrisas en rostros inmaduros.
Entonces hablaremos todo lo que nos dejamos,
escribiremos poesías eternas
y me llevarás gallardo,
sin rozarme, de la mano.

Tendremos como siempre
la mirada serena y el corazón abierto.
Y vaciaré tus recuerdos de mis bolsillos
sobre los horizontes gimientes de las estrellas
para que puedas tocarlos.

Y en la constelación  de llanto
que hoy construyo en tu nombre
formaré un nuevo mar,
sin ausencias,
para nosotros.


Rocío Biedma
 Octubre de 2007

Septiembre




Septiembre



Que nada pretenda convertir en ruinas

el sudario de flores que acuna nuestra historia.

Pensemos en plural  la rutina de la ausencia

y amémonos  desde el vértigo silente

de nuestra piel herida y descosida de olvidos.



Que tu lacerante horizonte 

regrese hasta  mi escarcha

cabalgando el ayer de tus orígenes desnudos.

Y los jirones del rencor 

que visten tus placeres

invoquen la danza de un presagio,

quemándose candente entre mis labios

para ser de nuevo verbo enfurecido,

que nos haga inventar

nuestro amor indestructible.



Entonces Septiembre será nosotros

y hará del calendario

un ritual interminable. 



Rocío Biedma



Poema publicado en el número 7 de la Revista 

"Palabras Indiscretas" del GLPI, J.M. Persánch

Quien te eche de menos






Quien te eche de menos 
                                                 
 A Lucía, mi nieta


La luz se cuela por la ventana
pero hay otra luz dentro en la habitación,
de sueños nacarados  y mundos sorprendentes,
de lilas perfumadas y sonrisas nuevas.

Y me hablas, Lucía,
sentada entre amigos de peluche
con olor a mandarina,
escogiendo palabras de colores
y rincones de sol para ocultar secretos.

Instantes  preciosos
donde me miro como en un espejo,
para encontrarme riendo entre golosinas
de tu mundo de canciones amarillas,
y le pongo alas a la hora de mi éxodo.

Y quédate dormida en mi retina,
esperando que las nubes  me recojan.
Tendremos que comprar un  chubasquero
para  dárselo a la luna por si llueve.
Pondremos las galletas inventadas
en los labios de las flores.
Y algunas sorpresas risueñas de charol,
escondidas por la casa,
o detrás de las cortinas.
Y grabaremos ambas
la huella palpitante y serena,
de cogernos de la mano
y  pasear libres con nuestra leve sonrisa.

Después, aquel gusano verde,
amigo del cuclillo ¿te acuerdas?
se asomará pausadamente
a mirarte mientras creces.

Y cuando llegue ese día
en que nos separemos,
te aseguro Lucía
que seré yo,
quien te eche de menos.



Rocío Biedma


Poema publicado en la Antología del 
III Recital Sierra Morena de Poesía
2014


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Mar de Alborán

(A la Ciudad de Melilla)

“…nuestro por su situación geográfica
y nuestro
por la cantidad de sangre española
vertida en él de una forma generosa”.

(Constantino Domínguez Sánchez)


No pudo tu inmensidad
olvidar el vértice estelar de trazo sólido,
de éste museo de fortificación agigantada;
joya entroncada en mitad del Mare Nostrum,
estratega de recintos inexpugnables.

No pudo el sol
que incendia las palmeras imperiales,
y arroja pavesas a las crestas del ingente Gururgú,
cegar la belleza de su utopía
y anegarte las cartas esféricas,
entre encinas, alerces y alcornocales.

Porque su luz te encadena la mirada,
y arribas una y otra vez,
a su regazo bañado de makrut,
en su geografía quebrada,
hoy abierta al cielo, antaño subterránea,
heroica, alegre y colorista,
cuna de culturas milenarias.

Y la invocas: ¡Rusaddir!,
¡oh!, la florecida ánfora fenicia,
hechizo de cicatrices,
rosa de los vientos, aljibe glorificada,
ensenada de galápagos,
refugio reescrito con sal y cañaverales.
Fachada que besas y conquistas cada tarde.
Atalaya Bereber de curvos torreones y pagos de viñas
degollados por los cauces del río Oro.
Esplendor y desidia,
madre amazight que amasa el pan cotidiano,
magnólia abierta, trozo de España.

Y te quedas, mar,
en los deslindes de su osario de agua,
cenáculo orbital, estandarte multiétnico,
abalorio que al salir,
te hace volver la mirada, 
lugar de encuentro y desencuentro,
victoria fecunda, 
clavícula del mundo hispano.

Porque has gemido con ella
en su arrecife de galeras,
con sus enaguas al viento,
por sus islas Chafarinas,
perfilando el itinerario de los astros,
trascendiendo siglos, rompiendo bardos.

Estás, Alborán,
porque amas su lindura,
y le rindes pleitesías,
verticales como faros.
Destello que ahuyenta la noche,
amante febril y ensangrentado;
penetras Melilla,
sorbes su credo,
cautiverio de voces,
que otrora,
tus olas se llevaron.

Rocío Biedma


Poema galardonado con el Primer Premio en el XX Certamen de Poesía Don Pedro de Estopiñan organizado por la

Casa de Melilla en Valencia. Año 2015