Supongamos que hay un reloj dentro de cada segundo. Que en el sol, se ocultan multitud de lunas rosas. Que los días se esconden detrás de las lilas azules o, que es de noche y el amanecer llega con zapatos de charol rojo, las manos llenas de estrellas y una trenza en el pelo. Supongamos, que no pudiésemos suponer, ni abrir una ventana al mar o, que estoy a oscuras y mirándote, me atrevo a decirte: Amanéceme, si puedes.
Traductor
Julius Fatuo et Orbe
Hasta al aire
le pesa el día.
El viento remolca su
cadencia,
anegando mudeces.
El cielo índigo,
se ha puesto un tul
pantalla total,
de esquina a esquina,
protección cincuenta,
vértice peligroso
en la
arista del orbe.
No cantan las chicharras,
volaron hace siglos,
más
al sur,
a labrantíos hercúleos de
olivares.
Y una mirada inhóspita
del sol,
que sangra hiriente y
obnubilado
en su legajos,
nos basta para entender
su enojo.
Rocío
Biedma
Poema publicado en la Antología de las VIII Jornadas Pro Derechos Humanos del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia.
Al Huesito de Cyrano
Yace entre poemas, hondos recuerdos,
un viejo blog y algunos libros.
Y tiene alma melosa
y envoltura de Rey.
Debajo del lacerante tiempo,
cautivo,
como las perlas sumergidas en el océano,
jamás tuvo unas fauces hirientes,
nunca un renuncio por su sino,
ni tampoco practicó ser degollado.
Ninguna vez pregunta ni arremete;
comprende, si, custodia los secretos,
guarda el sigilo de una hermosa indiferencia.
Dulce ambrosía
centinela taciturno que sepulta
amorosamente,
los versos y estertores
que a Cyrano se le escapan entre sueños.
Sueña con libidinosas encrucijadas,
de audaz y valiente guerrero.
Brilla su uniforme de mármol azabache,
después de despojarse del sutil camuflaje
hidalgo empedernido, pero…
¿Dónde la espada?
¿Dónde la amorfa piel rugosa con olor a niñez?
¿Cuándo el momento de decapitarlo?
¿Dónde el mordisco vertical e intacto
que el amor y la razón de su dueño le han prodigado?
Lleva escrito un soneto
en su código de barras.
Y si aún vive,
es porque un Cyrano, poeta y caballero
permite, que lata por siempre
su corazón en la memoria.
Rocío Biedma
Dedicado a Segis,
mi gran amigo, poeta y caballero,
y a ese “huesito” (ambrosía de chocolate con barquillo)
que le regalé un día, allá por el año 2003
y que guarda de recuerdo todavía.
-------------------------------------
Loba
Al Huesito de Cyrano
Yace entre poemas, hondos recuerdos,
un viejo blog y algunos libros.
Y tiene alma melosa
y envoltura de Rey.
Debajo del lacerante tiempo,
cautivo,
como las perlas sumergidas en el océano,
jamás tuvo unas fauces hirientes,
nunca un renuncio por su sino,
ni tampoco practicó ser degollado.
Ninguna vez pregunta ni arremete;
comprende, si, custodia los secretos,
guarda el sigilo de una hermosa indiferencia.
Dulce ambrosía
centinela taciturno que sepulta
amorosamente,
los versos y estertores
que a Cyrano se le escapan entre sueños.
Sueña con libidinosas encrucijadas,
de audaz y valiente guerrero.
Brilla su uniforme de mármol azabache,
después de despojarse del sutil camuflaje
hidalgo empedernido, pero…
¿Dónde la espada?
¿Dónde la amorfa piel rugosa con olor a niñez?
¿Cuándo el momento de decapitarlo?
¿Dónde el mordisco vertical e intacto
que el amor y la razón de su dueño le han prodigado?
Lleva escrito un soneto
en su código de barras.
Y si aún vive,
es porque un Cyrano, poeta y caballero
permite, que lata por siempre
su corazón en la memoria.
Rocío Biedma
Dedicado a Segis,
mi gran amigo, poeta y caballero,
y a ese “huesito” (ambrosía de chocolate con barquillo)
que le regalé un día, allá por el año 2003
y que guarda de recuerdo todavía.
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y que guarda de recuerdo todavía.
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Loba
…-contéstale que sí –le dijo-
aunque te estés muriendo de miedo,
aunque después te arrepientas,
porque de todos modos
te vas arrepentir toda la vida
si le contestas que no.
(El amor en los tiempos del cólera)
Gabriel García Márquez
…-contéstale que sí –le dijo-
aunque te estés muriendo de miedo,
aunque después te arrepientas,
porque de todos modos
te vas arrepentir toda la vida
si le contestas que no.
(El amor en los tiempos del cólera)
Gabriel García Márquez
Y qué pasa
si me acerco hasta tu piel
y como loba intento,
rozarte en paralelo,
arañarte sin excusas,
descubrirte quietamente,
contaminarme y olerte,
acechar tu plenitud,
reinventarme en tu costado,
sentirme viento y lluvia
y magma en las laderas.
Di,
¿qué pasa?
si me adentro sigilosa en tu guarida
a protegerme en tus sueños de Demian.
Rocío Biedma
Poema publicado en la Antología del
XVI Encuentro de Poetas en Red (Valencia 2017)
Di,
ESCRITORES RECÓNDITOS: Rocío Biedma
ESCRITORES RECÓNDITOS: Rocío Biedma: Rocío Biedma es poeta. Ha escrito mucho, desde niña. Ahora encontramos sus versos dispersos en numerosas publicaciones literarias ...
Desbrozando
Memorias
“La soledad era de
veras soledad”
(Manuel Porcel de
Peralta)
Arde la
tierra
cuando el sol
se curva en su pelo azabache
y la memoria
impone un silencio pactado
y cotidiano,
con llagas y cicatrices.
La sed va
incendiando el lenguaje del aire,
socavando el
tiempo con sabor a sangre,
trenzando las
horas geométricas
preñadas de
promesas.
Danzan los
ecos en el bosque
desoyendo
costumbres,
atajando los
lamentos de hojas, copihues y niños,
al son del
viento que les calcina las manos,
salvando la
estatura de los conquistadores.
La sombra de
los caballos,
surge de
entre el ímpetu revolucionario,
horadando las
esquirlas,
estirando los
hemisferios
en la orilla
obsesiva del Maule.
Mientras, la
sangre escribe
su historia
de espinas en el testamento,
el verbo de
escalar murallas,
la hostilidad
racial por su destreza,
una
cosmovisión, celada en los fondillos
de la chacana
polvorienta,
con las
espigas creciéndole entre los dedos.
Hijos de las
latitudes embrujadas,
de niños
oscuros con mirada brava
y pies
descalzos.
Jóvenes
fragmentados por el hambre,
de voz
temprana y luz en la sonrisa.
Su pulso
navega en rituales unísonos,
enmarañado a
las raíces que trepan las arterias
por caminos
de huidas; presagios
de contornos
rencorosos
de estelas
ardientes, que crepitan
en las alas
de la libertad.
Tierra
luminosa
hacedora de
seres de ágil oratoria;
almas sin
atrezo, temerosas del códice etéreo.
Araucanos del
Valle Perdido,
hechizo de
ancestros
de aguas de
cristal y ánforas cautivas.
Llegaste
aquí, por caminos ajados
desbrozando
guerras congénitas.
Lo que hoy
eres,
lo cantan las
estrellas y el taguató,
con sueños de
lawal,
y esculpida la memoria.
Rocío Biedma
Publicado en la antología poética digital que sobre el pueblo mapuche hizo La biblioteca de las
grandes naciones, creada para apoyar las libertades de las
personas y pueblos, además de tratar de preservar sus
culturas y tradiciones; Año 2014.
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Méceme
(A la Casa de los Poetas de Soria)
Méceme árbol sitiado
entre versos, biblias y secretos.
Méceme y deja
que sienta este viento
libre y limpio,
donde antes nos legaron
la poesía tantos otros.
Méceme e inspírame
con tus frondosas sinalefas,
con esa sangre hirviente tuya,
con cada fruto
de gestas enamorado.
Méceme Soria
y mi corazón dirá tu nombre
en mi recuerdo.
Rocío Biedma
Publicado en la Revista literaria "Palabras Indiscretas"
Poesía
o miserias
Tal
vez hay una necesidad imperiosa por eludir los problemas cotidianos de una
forma trivial, distrayendo la mente con nimiedades. Cada uno elige cómo vivir y
lo respeto.
Para
mí siempre es tiempo de que la poesía sea un delicioso carruaje para que el
despertar constante del yo íntimo y el proceso de vivir, formen un cosmos único
donde entrar y acomodarse y acabar sucumbiendo en sus delirios.
Ya
nos dijo Schopenhauer:
“La envidia en los hombres muestra cuán
desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer
los demás, muestra cuánto se aburren”.
La
Poesía es el arte de plasmar instantes a través del sentimiento con la palabra.
Y un poeta es un ser que se colma de belleza, se nutre y crece con ella.
Aprender
a escuchar con la voz del poeta, ser capaz de emocionarse en cada palabra, en
cada imagen escrita, capaz de arrojar luz o tiniebla, de reflejar calor o frío,
de hacer piruetas entre verbos asonantes, debería rozarnos la piel de la razón
y llenarnos de sensaciones por encima
de banales y maldicientes noticias sobre
la vida íntima de muchas personas.
Rocío Biedma
Sudhir
(Que significa, prudente y perspicaz)
Sudhir
antes
se acostaba en su pobreza de niño.
Ahora
duerme, en la desheredada miseria.
Y
los sueños se le quedan soterrados
en
un herbario de encrucijadas de polvo,
en
laberintos coagulados por el desvelo,
en
los ripios que agonizan cada noche
en
la curvatura del tiempo,
donde
no se pueden medir,
ni
el vértigo ni el miedo.
Sudhir
antes
se levantaba en las mañanas azules de niño,
con
la primera hora del hambre.
Ahora
despierta trasnochado
y
se abraza al sol herido,
con
el silencio que muerde horizontes de ánimas.
Y
esperan juntos la lluvia
que
acalla las manos teñidas de los ángeles,
con
el ansia de que brote la vida
con
pálpitos de luz,
con
hambre de justicia, y con versos
que
suturen tanta y tanta herida.
Rocío Biedma
Publicado en la Antología
"NEcesarias PAlabras", coordinada por Asunción Mascab y Chelo de la
Torre y editada por UNARIA para el proyecto Humanitario Creciendo en Nepal y
presentado en Madrid en diciembre de 2015.
Mujer, preciosa palabra
Mujer,
preciosa palabra
Hoy es el día perfecto para que mi voz
escrita sea un quejido alentador a cuantas mujeres viven todavía bajo el manto
de silencios, culturas y actitudes equivocadas.
Y a tantas mujeres que hicieron y
hacen germinar esa semilla sin límites de ejemplo. Mujeres que nos permiten
avanzar con su grandeza, como mi hija, como
mis amigas con discapacidad, como todas aquellas de las que aprendo fuerza,
dignidad e independencia.
El espíritu de la mujer se eleva
hacia el sol cada mañana igual que un árbol, dilatando sus brazos para abrigar
bajo ellos su universo y ciñe con ímpetu sus raíces a la tierra, para
asegurarse contra vientos y derrotas y alimenta juiciosamente la sabia que da
vida a sus ramas, para que dancen o den sombra si el sol acecha.
Lo dijo Clara Campoamor: “Que el
silencio no absuelva las injusticias y que de ellas deduzcamos enseñanzas las
mujeres, todo ello por un futuro mejor, más libre e igualitario”.
El mundo será nuevo cada día mientras
cada paso recién nacido, crezca y conviva en el respeto sin cicatrices y la
credulidad sin divisiones de cada persona, de cada mujer.
Rocío Biedma
Mis Poemas
Lista de Prioridades
…Yo, aquí me hallo,
derrengada,
despojada de todo
hálito…
(Santiago Pablo
Romero)
Mañana,
un día de estos,
una mano que creí mía,
corregirá mi nombre
en el inventario de prioridades.
Después de tantas sonetos edificados,
de anhelarnos en los labios
con hendida imprudencia.
De sorbernos el almíbar
y mordernos la paciencia...
se ha de pensar
si quiere o no,
que esté presente en su poema.
Ha de medir
si va a formar la rima,
con las cenizas que arden
delante, de cada latido de mi pecho,
detrás, de cada una de mis sílabas.
Tal vez, jamás llegó mi nombre
hasta el primer verso,
y ahora,
el mañana de una vida,
sin ser vida,
viene a quemarme tanta espera en su epitafio.
Ya entonces no seré nada,
-¿o nunca lo fui?-,
en su libro de
poesía.
Rocío Biedma
Réquiem roto para Armando
(A mi querido amigo Armando Marín,
que me falta)
Lamento el éxodo ahora incrustado
de tu palabra.
El tiempo ha venido a tejerte
en mi espacio ajeno
con los hilos del silencio,
que palidece cuando creo
escuchar
cada canción que compuso tu sonrisa
con rumor de mar.
Y me siento abandonada de nuevo
en este puerto enfurecido,
donde inquiero tus pedazos para construirme
otro océano de palabras invencibles
y ternuras nuevas,
ya sin ti.
Intento destrozar este adiós injusto,
veraz, impuntual y
desgarrado;
y la falta de tu aliento y de tu mano generosa
que voltea las horas colgadas del silencio
donde crepita la luz de tu memoria.
Amigo. Mi fiel Caballero.
Tu voz queda en mi corazón
que te susurra un Réquiem roto y azulado.
Pero tus ojos los hallaré algún día
esculpiendo sonrisas en rostros inmaduros.
Entonces hablaremos todo lo que nos dejamos,
escribiremos poesías eternas
y me llevarás gallardo,
sin rozarme, de la mano.
Tendremos como siempre
la mirada serena y el corazón abierto.
Y vaciaré tus recuerdos de mis bolsillos
sobre los horizontes gimientes de las estrellas
para que puedas tocarlos.
Y en la constelación de
llanto
que hoy construyo en tu nombre
formaré un nuevo mar,
sin ausencias,
para nosotros.
Rocío Biedma
Octubre de 2007
Septiembre
Septiembre
Que nada pretenda convertir en ruinas
el sudario de flores que acuna nuestra
historia.
Pensemos en plural la rutina de la ausencia
y amémonos
desde el vértigo silente
de nuestra piel herida y descosida de
olvidos.
Que tu lacerante horizonte
regrese hasta
mi escarcha
cabalgando el ayer de tus orígenes desnudos.
Y los jirones del rencor
que visten tus placeres
invoquen la danza de un presagio,
quemándose candente entre mis labios
para ser de nuevo verbo enfurecido,
que nos haga inventar
nuestro amor indestructible.
Entonces Septiembre será nosotros
y hará del calendario
un ritual interminable.
Rocío Biedma
Poema publicado en el número 7 de la Revista
"Palabras Indiscretas" del GLPI, J.M. Persánch
Quien te eche de menos
Quien te eche de menos
A Lucía, mi nieta
La luz se cuela por la ventana
pero hay otra luz dentro en la
habitación,
de sueños nacarados y mundos sorprendentes,
de lilas perfumadas y sonrisas
nuevas.
Y me hablas, Lucía,
sentada entre amigos de peluche
con olor a mandarina,
escogiendo palabras de colores
y rincones de sol para ocultar
secretos.
Instantes preciosos
donde me miro como en un espejo,
para encontrarme riendo entre golosinas
de tu mundo de canciones amarillas,
y le pongo alas a la hora de mi
éxodo.
Y quédate dormida en mi retina,
esperando que las nubes me recojan.
Tendremos que comprar un chubasquero
para
dárselo a la luna por si llueve.
Pondremos las galletas inventadas
en los labios de las flores.
Y algunas sorpresas risueñas de
charol,
escondidas por la casa,
o detrás de las cortinas.
Y grabaremos ambas
la huella palpitante y serena,
de cogernos de la mano
y pasear libres con nuestra leve sonrisa.
Después, aquel gusano verde,
amigo del cuclillo ¿te acuerdas?
se asomará pausadamente
a mirarte mientras creces.
Y cuando llegue ese día
en que nos separemos,
te aseguro Lucía
que seré yo,
quien te eche de menos.
Rocío Biedma
Poema publicado en la Antología del
III Recital Sierra Morena de Poesía
2014
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Mar de Alborán
(A la Ciudad de Melilla)
“…nuestro por su situación
geográfica
y nuestro
por la cantidad de sangre
española
vertida en él de una forma
generosa”.
(Constantino Domínguez Sánchez)
No pudo tu
inmensidad
olvidar el vértice
estelar de trazo sólido,
de éste museo de fortificación
agigantada;
joya entroncada en
mitad del Mare Nostrum,
estratega de
recintos inexpugnables.
No pudo el sol
que incendia las
palmeras imperiales,
y arroja pavesas a
las crestas del ingente Gururgú,
cegar la belleza
de su utopía
y anegarte las
cartas esféricas,
entre encinas,
alerces y alcornocales.
Porque su luz te encadena
la mirada,
y arribas una y
otra vez,
a su regazo bañado
de makrut,
en su geografía
quebrada,
hoy abierta al
cielo, antaño subterránea,
heroica, alegre y colorista,
cuna de culturas
milenarias.
Y la invocas: ¡Rusaddir!,
¡oh!, la florecida
ánfora fenicia,
hechizo de
cicatrices,
rosa de los
vientos, aljibe glorificada,
ensenada de
galápagos,
refugio reescrito
con sal y cañaverales.
Fachada que besas
y conquistas cada tarde.
Atalaya Bereber de
curvos torreones y pagos de viñas
degollados por los
cauces del río Oro.
Esplendor y desidia,
madre amazight que
amasa el pan cotidiano,
magnólia abierta, trozo
de España.
Y te quedas, mar,
en los deslindes
de su osario de agua,
cenáculo orbital, estandarte
multiétnico,
abalorio que al
salir,
te hace volver la
mirada,
lugar de encuentro
y desencuentro,
victoria fecunda,
clavícula del
mundo hispano.
Porque has gemido
con ella
en su arrecife de
galeras,
con sus enaguas al
viento,
por sus islas
Chafarinas,
perfilando el
itinerario de los astros,
trascendiendo
siglos, rompiendo bardos.
Estás, Alborán,
porque amas su
lindura,
y le rindes
pleitesías,
verticales como
faros.
Destello que
ahuyenta la noche,
amante febril y
ensangrentado;
penetras Melilla,
sorbes su credo,
cautiverio de
voces,
que otrora,
tus olas se
llevaron.
Rocío Biedma
Poema galardonado con el Primer Premio en el XX Certamen de Poesía Don
Pedro de Estopiñan organizado por la
Casa de Melilla en Valencia. Año 2015
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